Por: MSc. Karin Manosalva.

A veces necesitamos tener una idea sobre la redacción de objetivos en vista de que no es una tarea sencilla y requiere conocimiento, tiempo y dedicación. El desarrollo deficiente de los objetivos en la mayoría de los casos, impacta negativamente en las investigaciones.

En el siguiente material podrás visualizar algunas concepciones teóricas y tips, así como ejemplos que apoyarán tu tarea investigativa. Esperamos sea provechosa la información que con cariño hemos preparado para ti.

¿Qué elementos podemos tomar en cuenta en la redacción de los objetivos de investigación?

Inicialmente, es importante comprender que los objetivos están directamente articulados con el título del trabajo; es decir, con el eje central de tu investigación. Los objetivos orientan el desarrollo del estudio pues representan aquello que los investigadores desean alcanzar y responden a un problema que ha sido identificado (Arias, 2012).

La siguiente imagen muestra algunas características que ayudan a comprender por qué es significativo estructurar bien los objetivos.

¿Es posible reconocer los verbos de acuerdo al contexto metodológico de la investigación?

Uno de los aspectos que identifica un objetivo es que inicia con un verbo terminado en ar, er, ir. A partir de ello, los objetivos suelen redactarse tomando en cuenta lo que se quiere lograr en la investigación.

Por ejemplo, en el caso de tratarse una investigación exploratoria, los verbos utilizados serán diferentes de un estudio descriptivo o explicativo. Esto puede ocurrir en las distintas posibilidades existentes en cuanto a la metodología investigativa.

En tal sentido, hay que ser cuidadosos con los verbos que se tomen en cuenta para redactar los objetivos, pues es preciso que estén concordantes con el tipo de investigación que realizarás. La siguiente imagen tiene algunos ejemplos de verbos de acuerdo al tipo de investigación.

¿Existe alguna diferencia entre objetivo general y objetivos específicos?

Si analizamos la palabra objetivo, pudiésemos pensar que son iguales (generales y específicos), pues al fin y al cabo son objetivos. Sin embargo, son diferentes: mientras el objetivo general refiere el fin concreto de la investigación y está articulado al título de la investigación, los objetivos específicos se estructuran como aquellos aspectos que se necesitan realizar para alcanzar el objetivo general.

En algunos casos los objetivos específicos son visto como pasos, no obstante, aunque hay cierta verdad en ello, hay que tener claro que cada uno debe ser logrado dentro de su propio contexto investigativo.

Por ejemplo: en una propuesta en la que voy a ofrecer el desarrollo de un sistema informático para solucionar un problema, el primer objetivo específico podría relacionarse con diagnosticar la realidad evidenciada. El siguiente objetivo sería estudiar la factibilidad en el que la propuesta se evidencia viable. Finalmente, el tercer objetivo específico sería diseñar propiamente del sistema que se propone dentro de la investigación,

¿De dónde obtengo los verbos diagnosticar, estudiar y diseñar? la respuesta es de lo que se quiere alcanzar. En este caso, son verbos que pueden ser aplicados a una propuesta. Si analizar lo que debes tomar en cuenta en una propuesta, podrás ver que lo primero que hay que hacer es un diagnóstico para conocer realmente la situación que está originando el problema.

Luego, por tratarse de una propuesta, es necesario saber si es factible aplicarla, si verdaderamente puede ser lograda. Finalmente, el objetivo del diseño es el que mostrará los elementos propios de la propuesta, sus características, elementos principales, entre otros.

A partir de este ejemplo, es posible reconocer que los objetivos debemos redactarlos de acuerdo a lo que realmente queremos lograr o el camino que nos va a orientar para mejorar el problema que ha sido detectado. En la siguiente imagen podrás ver un poco de lo que acabamos de señalar.

¿Por qué es importante la correcta redacción de los objetivos de investigación?

Ahora bien, que pasa si redactamos mal los objetivos o nos equivocamos al escoger los verbos que verdaderamente funcionan con el estudio en desarrollo. En la siguiente imagen podrás visualizar un ejemplo de ello:

Para entender un poco de más de forma práctica los tips mostrados sobre la redacción de los objetivos, mostramos a continuación algunos ejemplos de acuerdo a la metodología investigativa:

  1. Investigación con Diseño No Experimental –> Propuesta, ubicada en un enfoque cuantitativo.

2. Investigación con diseño no experimental –> enfoque cualitativo –> de campo, por la forma de recolectar la información y descriptivo por el tipo de análisis riguroso implementado.

3. Investigación con Diseño no experimental –> enfoque cualitativo –> de campo, por la forma de recolectar la información, enmarcado en una Investigación Acción en el que los investigadores se adentran al estudio con la idea de transformar realidades o mejorar situaciones complejas.

Para finalizar, nos despedimos esperando haber podido despejar algunas dudas sobre el desarrollo de los objetivos. Recuerden siempre, es necesario evitar que los objetivos vayan por un lado y los resultados por otro.

Asimismo, al finalizar la investigación es fundamental verificar que los objetivos hayan sido alcanzados. Para entender un poco más sobre los objetivos, te invitamos a ver otro post que tenemos publicado sobre los elementos clave en los objetivos de investigación.

Referencias:

Arias, F. (2012). El Proyecto de Investigación. Introducción a la Metodología Científica. 6ta edición. Caracas, República Bolivariana de Venezuela. Editorial Episteme C.A.

Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación (6ª Ed.). México, D.F., México: McGraw Hill Interamericana.

Categorías: Generalidades

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