Cuando iniciamos una conversación sobre investigación, es mayor la frecuencia de rostros inconformes que el de personas interesados por desarrollarlas. Para muchos por tratarse de un desafío, para otros porque sus experiencias educativas los distanciaron de investigar.
Al analizar desde una postura global, es evidente que investigar no es tarea sencilla; sin embargo, los frutos recogidos son maravillosos y significativos. Cuando cumplimos con la presentación de nuestro trabajo de investigación, vemos en la publicación nuestro nombre y observamos como reconocen nuestro trabajo, nos sentimos realmente bien.
La investigación trae consigo numerosos retos en los que aprendemos mucho, valoramos más y crecemos como individuo. Algunas investigaciones nos permiten ayudar comunidades, otras orientan el desarrollo de vacunas o curas de enfermedades, incluso la satisfacción de un niño explicando su investigación es tan gratificante que nos motiva a trabajar en ello.
No obstante, a veces sentimos que ya no podemos avanzar, nos estancamos y llegamos a pensar en abandonar lo que hasta ahora hemos logrado. Ante esto, es importante saber cuando detenernos a respirar y luego volver a la batalla para continuar. Siempre mirando la meta y nunca minimizando nuestras posibilidades de éxito.
Entonces cuando sientas los desafíos, respira profundo y afronta cada día de forma separada. Ve poco a poco y no desesperes, pues cada paso dado en la investigación no es perdido si nuestro recorrido está bien direccionado. Algunos aspectos que debemos considerar para lograr el éxito te los voy a mencionar a continuación:
- Reconoce las variables de tu investigación, es decir aquello que influye en lo otro y que es el origen del estudio.
- A partir de estas variables enfoca tus objetivos, ¿qué quieres lograr?
- Construye tu cuadro de operacionalización. En el ubicar tus variables, dimensiones e indicadores, con ello podrás construir sin dudas tu instrumento,
- Organiza tu metodología de acuerdo a lo que quieres lograr. Si vas a describir situaciones o realizar una investigación social puedes trabajar con el enfoque cualitativo. También puedes apoyarte en el enfoque cuantitativo o estadístico si quieres realizar cálculos o trabajar con porcentajes y en algunos casos puedes incorporar ambos enfoques.
- Los resultados siempre debes tratar de ubicarlos de forma organizada de acuerdo a tus objetivos. Inicia con tu primer objetivo, luego explica lo que obtuviste para el segundo y así sucesivamente. Nunca dejes objetivos sin alcanzar, sin ves que no funcionó es preferible borrarlo de donde ubicaste los objetivos.
- Las conclusiones también debes organizarla cuidando siempre de señalar los aspectos más resaltantes alcanzados en tus objetivos.
- Es importante siempre apoyarte en autores para darle sustento teórico a tu estudio, pero cuidando de parafrasear tus aportes o ideas sobre lo que los expertos expresan.
Como puedes observar son muchos los aspectos que debes considerar. No obstante, si trabajas de forma organizada, con la secuencia correcta podrás lograr tus metas de modos efectivos.
Sigue adelante, no pierdas tu rumbo y ten presente siempre la valoración por la autoría de lo que cites, así como los aportes de terceros.
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